Es increíble lo que estamos viviendo, pero más aún lo que estamos viendo .
Sí, nos tocó vivir una inesperada pandemia, que se da a conocer en diciembre del 2019 en un desconocido lugar en el planeta en ese entonces, un lugar llamado Wuhan en China.
De este lado del mundo, nos puso en jaque en marzo del 2020 e iniciamos un periodo de “cuarentena” que pensamos, pasaría rápido y no fue así .
Pensamos que el confinamiento que dio origen a sanar la deteriorada capa de ozono de nuestra corteza terrestre, a que la fauna retomara su hábitat, a que el cielo y los océanos volvieran a ser azules, pero que, en contraste para la humanidad: frenó la actividad, cerró industrias, vimos caer grandes imperios, todos o por lo menos la mayoría nos confinamos ante una economía que se está cayendo.
Salieron a relucir nuestra carencias, nuestras debilidades, nuestra poca visión y vimos a nuestro pobre sistema de salud ( ya de por sí deteriorado) y a nuestras pobres Instituciones (y no por falta de dinero precisamente) desmoronarse y “no saber cómo actuar”.
Pues bien, ha pasado un año y todo lo anteriormente mencionado, se ha acrecentado junto con lo que se veía venir , pero que en el fondo no esperábamos: un rebrote , una nueva ola de contagios o la mutación del terrible enemigo.
Todo esto es historia, la realidad: esto ya nos rebasó! En México estamos peor que en el pico más alto del año pasado.
Cada día se rompen récords en número de contagios y muertes , cada día hay menos camas en los hospitales y la posibilidad de poder ser atendido es menor .
Lo increíble es que a muchos “les está valiendo”la pandemia y muchos mas son víctimas de un sistema que los expone como a quienes por el reciente caso del incendio en el metro capitalino (en donde deberían castigar por negligencia a las autoridades de este sistema de transporte en la capital del país) han tenido que olvidarse de la sana distancia para alcanzar lugar en los autobuses para llegar a su destino diario.
Pero lo cierto es que aun vemos a quienes no utilizan la mascarilla , a quienes hacen fiestas y a quienes no les importa la pandemia.
De ahí no se qué nos rebasa más si la pandemia o la ignorancia?